El deseo de un fumeta

El deseo de un fumeta es una novela transgresora, inclasificable y provocadora que rompe con los moldes narrativos convencionales para ofrecernos una tragicomedia familiar con toques de distopía, realismo mágico, autoficción, crónica generacional, poesía y sátira social. La obra retrata a la familia Enebro Negro, un clan de poetas que viven en una finca en Caliza de Arriba, cerca de Guadalajara, y que a lo largo de los años han engendrado hijos en ciclos de veinte años… hasta los ochenta.

La historia fluye entre lo hilarante, lo erótico, lo escatológico y lo filosófico. Se estructura a través de capítulos dedicados a los miembros del núcleo familiar, donde se mezclan relatos cotidianos, momentos de alto voltaje sexual, reflexiones existenciales, crítica a la educación, a la religión y a la sociedad de consumo, con un lenguaje sin filtros, visceral y genuinamente personal.

El personaje de Juan, el joven fumeta y artista frustrado, encarna el conflicto generacional, la confusión existencial y el impulso creador, y se convierte en el canal para una narrativa disparatada pero profundamente humana. Los personajes femeninos -Julia, Rita, Lola- son tan crudos como auténticos, desafiando estereotipos y dotando a la novela de una intensidad emocional brutal. El lenguaje es directo, sin pudor, con descripciones gráficas de encuentros sexuales, lenguaje coloquial y expresiones irreverentes, lo que le confiere un tono radicalmente libre, pero también exige una sensibilidad especial para su lectura.

Combina registros narrativos con versos intercalados de notable expresividad. El estilo es único, reconocible, y la propuesta literaria, aunque polémica, tiene fuerza, identidad y coherencia interna.